El trabajo cooperativo implica trabajo en equipos, donde sus miembros trabajan de forma coordinada para resolver problemáticas de índole académica, comparten la meta de aprendizaje. Para lograr dicho producto final, es necesario que cada miembro del equipo realice sus obligaciones respectivas, para poder avanzar cada uno. El aprendizaje se da al final, con la red de intersubjetividades compartidas entre los integrantes. Cada aporte de los miembros se complementa con el de los demás. En cambio, en el aprendizaje colaborativo, se centra en la unión de esfuerzos, la comunicación se genera en el intercambio de información donde cada integrante aporta conocimientos, experiencias y estilos distintos de aprendizaje (Peña et al, 2010). El aprendizaje se da únicamente si cada miembro del equipo asume la idea de la responsabilidad compartida, esto es que cada integrante es responsable del aprendizaje suyo y de sus compañeros. El conocimiento se construye a partir de la interacción en conjunto de los integrantes de los grupos de trabajo.
Aunque si bien es cierto que el trabajo colaborativo demuestra ser superior en muchos aspectos para el aprendizaje, el trabajo cooperativo ha demostrado ser ideal en muchas situaciones, sobre todo aquellas en que la asincronía en la coordinación es la que impera entre los integrantes de un equipo de trabajo, es decir, es bastante útil y efectiva cuando no se puede trabajar en conjunto y en tiempo real entre los miembros de equipo. Esta situación se ve muchas veces cuando se trabaja en ambientes virtuales de aprendizaje, cuando docentes y estudiantes no pueden compartir el mismo espacio físico ni el mismo tiempo para llevar a cabo las actividades académicas. Por lo tanto, en base a la comparativa previa, ambos modos de trabajo son útiles para la educación, sin embargo son los alcances de las metodologías empleadas, los objetivos de las actividades académicas y la misma infraestructura con la que se cuente, los factores que determinarán la pertinencia en el uso de éstas modalidades.
TRABAJO COLABORATIVO EN TIC´s.
Una adecuada circulación de generación de conocimiento se desprende del cambio de paradigma de rol y nuevas funciones tanto para docentes como para alumnos. Por un lado, tenemos al docente, que va a actuar como un facilitador que buscará formas de orientar a los alumnos y por otro, a los alumnos siendo propositivo y pudiendo dar más de lo que se le pide, en los proyectos dado que en ellos podrá hacer uso de todas las herramientas y conocimientos que disponga para enriquecer su trabajo.
García (2012) afirma que el docente debe distribuir su tiempo entre la planeación, el diseño de experiencias de aprendizaje, más que en la transmisión de los contenidos en el dictado de clases.
De esta manera no solo diseña estrategias de generación de conocimiento, sino que orienta a los alumnos en los métodos para generarla y que no pierdan el enfoque de lo que buscan alcanzar. Así mismo el alumno adopta un papel distinto al acostumbrado de receptor de lo que el docente considera se debe impartir, porque, siendo que se le está estimulando a investigar y generar sus formas de aprender, este será alentado siempre a dar más de lo que se le pide y perfeccionará su saber en aquellos temas que capten su mayor interés, siempre cumpliendo los objetivos que se ha planteado.
TRABAJO COLABORATIVO Y AMBIENTES VIRTUALES DE APRENDIZAJE.
La base que justifica al trabajo colaborativo como practica en las aulas esta, de acuerdo a Rubia y Guitert (2014) en que aprendemos socialmente, puesto que nuestro aprendizaje es lingüístico, por tanto, creamos nuestros referentes del mundo que nos rodea en forma de lenguaje, conceptos que se construyen en referencia a lo que el grupo social acuerda. También interaccionamos al aprender y eso nos ayuda a madurar y a construir conceptos, a establecer procedimientos compartidos y a adoptar actitudes ante la vida.
Las áreas virtuales de aprendizaje en sí, son espacios que emplean TIC´s para generar conocimiento, sumado a que la estrategia de la obtención del mismo debe ir en función de colaboración y las TICS intrínsecamente buscan facilitar la difusión hacen evidente que como consecuencia natural la información y el conocimiento fluya hacia otras personas y la dinámica formativa de las áreas virtuales de aprendizaje debe promover que el conocimiento se comparta, se cuestione, de ponga a prueba, sea significativo para otros para que, partiendo de datos obtenidos por unos, sirva como base para la generación de otros y se complementen o en todo caso se refuten.
HERRAMIENTAS O TIC´s PARA EL TRABAJO COLABORATIVO.
En la actualidad, se considera a las TIC´s una de las variables críticas de los entornos formativos de la Sociedad del Conocimiento, ofreciéndonos diferentes tipos de posibilidades: ampliación de la oferta informativa, creación de entornos más flexibles para el aprendizaje, eliminación de las barreras espacio-temporales entre el profesor y los estudiantes, incremento de las modalidades comunicativas, potenciación de la interacción social entre los participantes. (Cabero-Almeneda, 2010).
Las bases de datos representan una posibilidad de ampliar la información de calidad científica sobre la que se debe aprender, flexibilizando la posibilidad de conocer lo que universidades y entornos de conocimiento de primer mundo tienen para aportar a otros sin importar las distancias y facilita que este se pueda compartir, dado que las modalidades de comunicación son cada vez más accesibles y portátiles quedando en cuestión solamente, poner a disposición del alumnados el acceso a los dispositivos que facilitan este flujo de información.
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